Ira

Vuelas lejos a la ciudad de espejos
te darás cuenta que no hay piedad
y como las muelas del juicio, la renta es molesta
encontrar trabajo es una apuesta en esta ciudad funesta.

Los carteles invaden la calle
la sangre fluye sobre los manteles del hogar
donde el hambre no nos distrae de jugar
porque en un mundo así no queda opción mas que ignorar.

¿Quieres escuchar sobre la verdad en el valle?
¿Sobre la muerte que amenaza cada que pisas la calle?
La industria neoliberalista aplasta a la madre natura
única diosa que arde con basura
en esta cultura rabiosa el capital
es la deidad que perdura.

Los verdaderos seres científicos
alquimistas preocupados por los siglos venideros
desarrollan procesos enfocados en el respeto
y la prosperidad de las especies vivientes
con las que compartimos los prados.

Alquimistas conectados con el universo
somos artistas amparados en el amor como fuente de esfuerzo
y en la expresión del arte a través de versos
puedo ser libre y conectar con mis sentimientos.

 A diferencia de las culturas milenarias
y los antiguos habitantes de las alturas
en este mundo ambiguo las tribus urbanas y el ser humano actual
hemos olvidado la divinidad del mundo natural
enfocándonos en satisfacer nuestro deseo animal superficial
sin importar la destrucción de la vida a nuestro alrededor
cavamos nuestra tumba mental llevando al planeta a su final.

Ahora me doy cuenta de que somos nada
Los problemas que enfrentamos en la vida diaria
hacen crecer la telaraña de auto compasión
olvidando las entrañas que se riegan en el territorio cada mañana.

No puedo dejar de pensar en una solución
para que esa gente extraña ponga atención
a los asuntos que en verdad merecen prioridad
a los problemas que tiñen nuestro mundo de olivo militar
y lo convierten en un desierto de sombras alejado del juglar.

Que no me explico como se puede matar
para ocupar un lugar en el poderío político-militar
cuando los lujos que se aforan no les permiten caminar
entre las personas que elegimos la senda del jaguar
porque gracias al sudor de nuestro andar
se permiten gastar en porquerías que no de mucho les servirán
mientras un gran sector tiene que quimerizar
las mínimas ganancias que el sistema represor no nos ha podido quitar.

Estoy cansado de lidiar
con la ira que me produce la injusticia social
será mejor descansar y enfocar el cauce de esta incontinencia verbal
en otros menesteres de carácter natural
sobre los cuales pueda reflexionar y encerrarme en un cráter lunar
por el resto de mi existencia mortal.