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El Paso

Observadores inconmovibles perciben el paso de atardeceres pasivos, del ocaso violeta, violado El Paso del indocumentado. Arte ilegal cubierto a brochazos un intento de borrar la memoria colectiva pero el estado manchado de sangre y barro jamás será olvidado ni perdonado. La telebasura garantiza el olvido del pueblo nativo y de la cultura enraizada en la palma en el cultivo de granos colorados sin genes anexados. Veo un niño ensangrentado que no es, sino el reflejo del látigo que aguantamos estos                         quinientos años el castigo por ser indio manchado y oscuro                                 el cautiverio vivir amansado amasado por el estado. A.R.E. Ik'Yaan

Otoño despoblado

Llegaste clara, sometida los labios rojos de suicida susurraron la oración de vida… cultivaste el odio en el oído sabio que visto desde cierto ángulo acaba siendo amor, sangre, temor. Sé que no compartes el dolor que las calles del estandarte tricolor dibujan en los bosques de encinos desterrados de su destino, como Yaquis guerreros en camino. Veo indiferencia en tu aroma, aspiro la vanidad de tu conciencia un coma del que despierto… caí dormido por el cloroformo. Este medio me ahoga suavemente… con sangre joven empapa la soga sostiene mi cordura, mantiene el polvo de ángel sobre mi verde plumaje, me olvida por un instante suficiente para mantener la fe y creer que la noche alberga un pulso constante. Otoño despoblado, aún queda el resabio Del amargo éter de una sociedad injusta en momentos desmorona mi cráneo, mis labios sólo al volver al bósque y ver vuestros pensamientos el calor vuelve, el color sube a tu corona de
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Hongos en el bosque Las orejas en los arboles Captan el movimiento del aire, Vibraciones que trajeron las rejas, El hambre, alejaron a mi padre. La intervención extranjera Ha puesto semillas bajo la tierra Nos brindó una democracia Vendida, sucia, con sangre en las encías. Por el embarcadero navegan Sobre aguas teñidas en rojo Minerales que sustentan nuestra Vida, ecosistema nativa. Ik’Yaan Rax

En la sierra

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Escuché que hablabas Monte húmedo de ramas Y helechos, hojas, varas… Un calor intenso Comienza en mi verso Mis manos quemadas Harán el resto Frío que trae muerte Huele a septiembre La luz desvanece en neblina… El hombre duerme. La voz del pueblo tembló Cuando un viento negro Atravesó la sierra La ignorancia nos dividió Estructuras cubiertas de musgo Parte del trópico, mundo mágico Empotradas, sembradas, son una con la pachamama En una tierra en que las urnas Se llenan de falacias La vida se trafica entre mercancías vacías. Nuestras risas suben por el río Anfibios, orquídeas, aves Seres que llevamos impregnados Aromatizan los pensamientos, frases, ideas. Ik'Yaan

Tras la trinchera michoacana…

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Tras la trinchera michoacana Yace la tierra humedecida Pues llora Mexico la guerra Y derrama su sangre bendecida Tras la trinchera michoacana Se levantan los guerreros En la batalla son titanes Y En el campo jornaleros Tras la trinchera michoacana Se derrama sangre a borbotones De un lado la de hermanos, Del otro la de bribones Tras la trinchera michoacana Mil rifles apuntan al frente No vacila ni tiembla el pulso Del michoacano combatiente Tras la trinchera michoacana Se cultivan aguacates Para alimentar la fortaleza De los valientes atacantes Tras la trinchera michoacana Hay muerte por montones Que arropa a mexicanos Que se convirtieron en traidores Tras la trinchera michoacana Hay mujeres con cojones Que de dia sirven las balas Y en las noches los frijoles Tras la trinchera michoacana Los niños se hacen hombres Las mujeres adelitas Los templarios maricones Tras la trinchera michoacana Hay mil héroes michoacanos Que se desangran dia a dia Por nosotros sus hermanos Ricardo Rodrigue

Herrumbre del sueño

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Asfalto trazado bajo el alto árbol plantado con ajos suelta al viento un pistilo cerrado, húmedo, aromático. Luna,        sombra de un guerrillero asmático eres el éxodo del pueblo que alumbra la ciudad dura, asfaltada, astuta. El hombre cruza la frontera se sienta a la mesa el hambre que tirita azotada por la neblina de la ladera escurre por la teja arrastra la herrumbre que cubre la cumbre del sueño temerario que termine con la podredumbre. Madre sal, tierra dejaste tus arterias, articulaciones, amores donde la sierra comienza un arpegio expandido por el universo devuelve un pulso electromagnético a quien escuche el viento. Ik'yaan