Recorro los senderos rojos Sembrados de huellas diurnas Camino directo hacia el sol El olor tibio me llena ¿Por cuáles inciertos sones De tonos mate me llevas? Me encamino en ti Desierto ahumado con pozos lejanos Cada hora me hundo más El viento lleva sangre El agua frota tobillos De viejos hermanos que llevan En la piel lumbre En los ojos olvido Voy contigo Tremulas lágrimas vuelan Como aves reflejadas en Techos de lámina Desde la altura me aguardas Moléculas que llaman Camino sobre las hojas Alfombra tórrida de Árboles antiguos que besas En el ombligo.
El día 23 de febrero, se convocó a una nueva jornada de Besos contra la Homofobia, intervención en el espacio público en donde lesbianas, gays, trans y bisexuales manifestamos nuestros afectos. Esta actividad se realiza desde hace más de seis años en las calles de Lima, aunque desde el 12 de febrero de 2011, día en que la Policía Nacional del Perú nos golpeó y persiguió hasta echarnos de la Plaza de Armas de Lima, se decidió celebrar la jornada ahí mismo. Besos contra la Homofobia no es una marcha ni un plantón: no hay megáfonos, pancartas, ni volantes que repartir, solo hay besos, simples muestras de afecto entre parejas, por lo que el carácter de zona rígida que ahora tiene la Plaza no aplica para esta actividad. Solo estaremos haciendo uso de nuestro derecho al libre tránsito. Pero el sábado 23, la Policía cerró la Plaza de Armas, solo dejó pasar a los católicos conservadores, mientras que a nosotros no solo nos impidieron el paso, sino que nos tiraron agua sucia con un roc
La beta en la madera me conduce a la nueva era en la que se van los valores éticos y la ciencia se olvida. Siembro nuevas conexiones en la consciencia las acciones y reacciones no son coincidencia una nota en incidencia fecundó pasiones y el mundo olvidó la violencia. Refugiados en canciones y perfume de olivo el genocidio y su táctica de guerra caerán con la practica del arte y respeto a la madre tierra. Arde la rabia en la sierra porque la cultura no se respeta con savia y saliva te cura alivia el dolor que expira la madre natura suda. Siente como el río te inunda y fecunda la mente sonriente del que fluye con la vida y aprende de lo que siente paciente espera la huida del mundo consciente si no viene otra vida ¿Cuando volveré a verte? Marco
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